Durante muchos años, ha habido algunas voces que opinan, que tener el dinero depositado en un banco es un error. Bien sea, por las comisiones que aplican o bien, por la poca seguridad que les trasmite el sistema financiero en general y de los bancos en particular.
Evidentemente, depositar el dinero en una entidad bancaria es una cuestión personal que cada uno de nosotros tenemos que valorar. Pero, ¿Qué ocurre cuándo no se tiene depositado el dinero en una entidad bancaria?
Bueno, se tiene que echar mano del ingenio. Algunas personas acuden al socorrido colchón donde en algunos casos se puede comprar incluso con una pequeña caja de caudales incorporada, otras personas introducen su dinero en un frasco vacío de algún medicamento, y también hay personas que lo esconden entre el resto de la ropa, tal vez en un calcetín u otra prenda de ropa. La inventiva de las personas no tiene fin para evitar un posible robo.
Guardar el dinero en casa es legal, pero cuando hemos conseguido ahorrar mucho dinero (no hablamos de tener entre 200 y 500 euros), pueden empezar los problemas:
Por ejemplo, cuando desees sacar ese dinero del lugar donde está guardado e invertirlo, por ejemplo, para comprar una casa, te encontrarás que nadie aceptará tanto dinero en efectivo.
Luego cuando desees ingresarlo en el banco (estamos hablando de una cantidad importante de dinero), tarde o temprano, tendrás que dar explicaciones a Hacienda.
Tal vez te preguntes por qué. Lo cierto es, que el Banco tiene la obligación de conocer el origen de tus ingresos y te solicitará la declaración de la Renta u otras declaraciones en el caso de que seas autónomo para comprobar tu capacidad económica para esa operación.
Las entidades de crédito están sometidas a la normativa de prevención de blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo y si el importe ingresado no coincide razonablemente con los ingresos fruto de tu trabajo o de tu actividad empresarial y profesional informarán al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC).
Por si fuera poco, el Banco de España suele notificar de estas operaciones a la Agencia Tributaria que podrá considerar ese movimiento efectuado en metálico como un “ingreso no justificado”, por lo que, si no se puede acreditar el origen de ese dinero, algo difícil si han pasado algunos años, pueden considerarlo como un incremento de patrimonio no justificado y, por un lado, imponerte una fuerte sanción, y por otro obligarte a tributar hasta el 50%.
Y, finalmente, puedes tener problemas con la Policía que puede interpretar que ese dinero que no puedes justificar e “intentas blanquear” procede de alguna actividad ilícita como el tráfico de drogas u otra peor.
Como puedes concluir, el dormir con tu dinero, al final, puede convertirse en tu peor pesadilla.
Juan Ramón Gómez Enfedaque de la Firma Morera Asesores & Auditores
Experto en PBC-FT