BLANQUEO DE CAPITALES: TÉCNICA DE LAS “HORMIGAS JAPONESAS”

cheques al portador

Hay quien puede decir que “El turismo es un gran invento” y no nos referimos a la entrañable comedia española que cosechó gran éxito en las pantallas cinematográficas, sino que nos referimos a una técnica de blanqueo de capitales conocida bajo denominaciones como “estructuración”, “hormigas japonesas”, “trabajo de hormiga” y también como “pifufeo”, entre otras.

¿En qué consiste esta antigua técnica de blanqueo de capitales?

Básicamente, en el movimiento de pequeñas cantidades de dinero o de cheques al portador, cuya circulación no llama la atención y, por lo tanto, dificulta su rastreo, desde una perspectiva fiscal.

Desde un punto de vista práctico, los que utilizan esta técnica, de forma totalmente calculada, alcanzan las ventajas siguientes:

  • Presentan múltiples ganancias, pero a su vez discretas, a través de la explotación de diversos negocios pequeños. En tiempos de bonanza, evidentemente, llega a pasar totalmente desapercibido ya que entra dentro de lo razonable.
  • También se mueven numerosos cheques al portador que se emiten por importes discretos que no llaman la atención a la hora de ser reintegrados.

Recordamos que en España no existe la obligación de identificar al comprador para operaciones que no excedan 400 euros (IVA incluido) (1) y siempre que se pueda emitir factura simplificada y también para aquellas actividades que permiten cumplimentar una factura simplificada por importes que no superen el límite de 3.000 euros (IVA incluido). (2)  Por otro lado, recordamos que el límite de pagos en efectivo o cheques al portador, se establece en un importe que no puede ser igual o superior a 2.500 euros.

La técnica de blanqueo de capitales de fondos obtenidos a través del narcotráfico y del terrorismo que estamos considerando, consiste en la utilización de testaferros (personas que prestan su nombre para figurar como titulares en un negocio cuya titularidad real es de otra persona) y de personas (por ejemplo, en situación de desempleo), que puede que no conozcan el trasfondo real de la operativa que se está llevando a cabo y que están siendo engañadas sin saberlo.

Tal vez te estés preguntado, ¿Y qué tiene que ver todo lo anteriormente mencionado con el turismo?

El método de blanquear dinero más antiguo que se conoce, consiste en utilizar pequeñas cantidades de dinero que son transportadas por infinidad de personas y cuyo origen se atribuye a Japón. De ahí la frase “hormigas japonesas” y para ello se usa a falsos turistas.

Se les entrega una cantidad de dinero en efectivo (cada país tiene un límite de efectivo diferente para poder entrar en él por lo que puede oscilar de 2.000 a 6.000 euros), un billete de avión y tal vez los gastos de estancia en ese país. Esta sería lo que se conoce como la “fase colocación”.

Las hormigas compran en el país de destino artículos de lujo exclusivos como relojes de marca, alta marroquinería, accesorios caros, bolsos de calidad, perfumes originales, joyería exquisita y otros. Esta sería lo que se conoce como la “fase de conversión, transformación, encubrimiento o estratificación”.

Hormigas japonesas

Los turistas no llaman la atención al comprar artículos de lujo exclusivos, ya que en ocasiones el comprar en otros países diferentes al suyo puede suponer un ahorro de hasta un 30%, razón de peso para cualquiera que tenga posibilidades económicas.

En algunas ocasiones, dependiendo del riesgo que deseen correr, los falsos turistas de este artículo (las hormiguitas), pueden incluso beneficiarse del conocido “tax free” comprando en tiendas libres de impuestos y así conseguir la devolución de los impuestos de cada país, normalmente el IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido).

Luego las hormiguitas regresan a su país y entregan los productos adquiridos a cambio de una comisión que puede alcanzar desde el 10% hasta posiblemente un 20% del valor los productos comprados.

Los objetos adquiridos pasan a formar parte de los productos que se ponen a la venta, evidentemente en tiendas de lujo que pertenecen al blanqueador, como objetos importados de la ciudad donde estuvieron los falsos turistas. Esto sería lo que se conoce como la fase de “integración o inversión” (que es la última etapa del proceso final del ciclo del blanqueo de capitales).

Evidentemente esta operativa tan cuidadosa se inicia desde países donde el registro del control de compras es prácticamente inexistente o nulo.

Los beneficios que se obtienen de su venta quedan totalmente integrados en el patrimonio legal del blanqueador. Recordemos que el blanqueador por motivos de narcotráfico y de financiación del terrorismo, a diferencia del blanqueador por evasión fiscal, busca aflorar e integrar sus activos ocultos dentro de la economía legal de su país aunque esto le implique acometer una serie de costes, incluido el de tributar.

Sí, el turismo es un gran invento, es una de las actividades más importantes que mueven la economía del mundo. Por eso, las autoridades en materia de Prevención de Blanqueo de Capitales están cada vez más alerta para evitar que se utilicen a falsos turistas para blanquear capitales provenientes del narcotráfico o del terrorismo.

 

Juan Ramón Gómez

Experto en Prevención de Blanqueo de Capitales.

MORERA ASESORES & AUDITORES miembro de IECnet.

 

  • Artículo 4. 1. a) del Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación.
  • Artículo 4. 2. del Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación.